Bulimia nerviosa: 9 Síntomas y consecuencias de este trastorno

La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario que se caracteriza por episodios de atracones, es decir, ingerir grandes cantidades de comida, seguido de un comportamiento 'compensatorio' que se realiza a través de vómitos o purgas. En muchas ocasiones las personas con bulimia suelen sentir una pérdida en el control de su alimentación. 

A menudo aquellos que sufren de los síntomas de la bulimia suelen saber que tienen un problema, de hecho, tanto los atracones como las purgas se realizan en secreto ya que sienten una gran vergüenza al respecto de este trastorno.

La detección de la bulimia nerviosa suele ser más difícil que en otros trastornos alimentarios, como la anorexia. La razón de ello es que las personas que sufren las consecuencias de la bulimia pueden mantener un peso 'normal' para su edad. De la misma forma que pasa con las personas que sufren de anorexia, un bulímico/a suele desear desesperadamente perder peso ya que están muy descontentos con el tamaño y la forma que tiene su cuerpo. 

¿Qué es la bulimia nerviosa?

La bulimia, también llamada bulimia nerviosa, es un trastorno basado en un trastorno psicológico y alimenticio, donde las personas que la padecen son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a comer y luego se sienten culpables y avergonzados, con lo que se provocan el vómito o una purga de todo lo que han ingerido para no subir de peso. Durante los atracones de comida, las personas sienten que no tienen ningún control sobre los alimentos que están consumiendo. De este modo, suelen intentar 'purgarse' a través de las siguientes formas:

• Se provocan el vómito
• Uso de enemas
• Laxantes y diuréticos
• Realización de ejercicio de manera compulsiva

Las personas con bulimia tienen al menos 15 episodios de vómitos a la semana y aunque su peso es normal, en cada episodio pueden llegar a ingerir más de 20.000 calorías. Es un trastorno difícil de detectar ya que el objetivo de las personas no es bajar de peso, sino mantener el que tienen, por lo que en su cuerpo no se notarán cambios a simple vista.

Normalmente, la bulimia nerviosa y sus síntomas suelen aparecer al final de la niñez o al principio de la edad adulta. De hecho, se estima que entre el uno y el cuatro por ciento de las mujeres pueden padecer de bulimia al menos una vez durante sus vidas. Según las investigaciones la bulimia suele ser mucho más común en mujeres que en hombres. 

Síntomas de la bulimia

Es importante que las personas más próximas a quién padece de bulimia sepa identificar los síntomas más comunes de este trastorno. La razón de ello es que las consecuencias de la bulimia pueden llegar ser mortales. Según el DSM-5, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, los síntomas de la bulimia nerviosa incluyen los siguientes:

1. Atracones de comidas: Las personas que sufren de bulimia nerviosa, suelen comer una gran cantidad de alimentos en un espacio muy corto de tiempo, todo ello sin control y con una ansiedad que le impide dejar de comer.
2. Uso de productos para las 'purgas': Utilización de laxantes, fármacos o diuréticos para poder eliminar esos alimento
3. Ejercicio intenso: Uno de los comportamientos compensatorios que realizan las personas con bulimia es la práctica excesiva de actividades deportivas para compensar todo lo que han comido durante los atracones.
4. Autoestima baja: Normalmente las personas con estos trastornos nerviosos suelen tener una mala imagen de ellos mismos/as. 
5. Realiza múltiples visitas al baño: todas ellas después de comer para realizar las purgas a través de vómitos. 
6. Poco control en la alimentación: Las personas que sufren la bulimia y sus consecuencias suelen sentirse con muy poco control ante aquello que comen. De hecho en una gran parte de los casos no pueden dejar de comer. 
7. Inflamación de la garganta: Las personas con estos problemas con la comida suelen acabar sufriendo muchos dolores de garganta, así como diversas inflaciones en las glándulas que hay debajo de la mandíbula. 
8. Dientes sensibles: El esmalte dental de las personas con bulimia suele aparecer desgastado. Además un bulímico/a suele sentir más sensibilidad en sus dientes debido a la exposición que estos tienen a los ácidos del estómago. 
9. Dolores asociados a los productos asociados con las purgas: Por ejemplo, una persona con bulimia nerviosa puede abusar de diuréticos, laxantes o líquidos para realizar sus purgas. Con ello, una de las consecuencias de la bulimia es que exista una irritación intestinal, problemas renales o una deshidratación severa. 

Dentro de un diagnóstico de bulimia, esta se puede clasificar como leve, moderada, severa o extrema en función de la cantidad de conductas compensatorias que se realizan durante la purga. Si crees que un familiar, amigo o conocido pueda sufrir de bulimia nerviosa, es importante que lo derives de manera inmediata a un psicólogo profesional o al médico. 

Causas de la bulimia

A pesar de que la bulimia es conocido como uno de los problemas con la comida más comunes, la realidad, es que este trastorno va mucho más allá de la alimentación. En muchas ocasiones, las personas que tienen estos atracones de comida suelen experimentar un exceso de estrés, una tristeza o ciertas emociones incómodas.

Tanto es así que las purgas que se realizan las personas que sufren de los síntomas de la bulimia suelen hacer que estas sientan que tienen más control en sus vidas, siendo uno de los métodos para poder aliviar el estrés y la ansiedad. Es por la complejidad de estos trastornos nerviosos que no existe una causa única y conocida de la bulimia, pero sí hay algunos factores que pueden influir en su desarrollo. 

• Cultura: Las mujeres suelen experimentar mucha presión para adaptarse a los cánones de 'belleza ideal' que se promueven dentro de la sociedad. Con el aumento del uso de las redes sociales, las imágenes de mujeres muy delgadas pueden llegar a afectar la autoestima personal de algunas personas. En la actualidad, cada vez son más los hombres influenciados por una de estas causas de la bulimia.
• Familia: Tener un familiar que haya sufrido de bulimia nerviosa hace que haya más probabilidades de padecer de estos trastornos nerviosos. Además, los padres que piensan que la apariencia es muy importante o bien hacen muchas dietas también pueden influir en sus hijos/as. 
• Cambios de vida o eventos estresantes: Los eventos traumáticos o la exposición constante a grandes fuentes de estrés pueden llegar a desencadenar la bulimia. 
• Rasgos de personalidad: Las personas que sufren de la bulimia y sus consecuencias suelen ser más propensas a tener una baja autoestima y a sentirse desesperanzadas. 
• Biología: Las hormonas, los genes y otros factores biológicos pueden contribuir al desarrollo de la bulimia nerviosa. 

Consecuencias de la bulimia a largo plazo

Una de las mayores razones para intervenir en los casos de bulimia es que esta tiene graves consecuencias tanto a nivel psicológico como físico. Entre las consecuencias de la bulimia, los psicólogos destacan las siguientes. 

• Arritmias que pueden derivar en infartos.
• Deshidratación.
• Pérdida de masa ósea.
• Perforación del esófago.
• Roturas gástricas.
• Pancreatitis.
• Comportamientos suicidas
• Uso indebido de alcohol y otras drogas
• Autolesiones

Es importante que si se detectan algunos de los síntomas de la bulimia en un familiar o en alguien cercano se derive a un control médico y psicológico. 

¿Cómo ayudar a una persona con bulimia?

Una persona con bulimia debe seguir un tratamiento y acudir a terapia, pero además esta puede seguir los siguientes consejos. 

• Cuidar de su cuerpo: Lo más importante en las personas bulímicas es que estás cuiden su cuerpo a través de una dieta con alimentos saludables para obtener todos los nutrientes que se requieren. Además es importante seguir todas las indicaciones tanto en el ejercicio como en la dieta diaria. 
• Escúchalos: Es importante para las personas con bulimia que sus familiares y amigos sean una fuente de apoyo. Por ello, es importante que le ayudes a superar los hábitos poco saludables y a que la persona se sienta mejor con ella misma. 
• Evitar los desencadenantes: El uso más restringido de las redes sociales puede ser una buena forma de evitar los pensamientos desencadenantes de la bulimia nerviosa. Además también es aconsejable intentar bajar las fuentes de estrés o de ansiedad que puedan desencadenar en atracones.

Si crees que alguien de tu entorno puede padecer bulimia, habla con un especialista para poder tratarlo a tiempo. En muchas ocasiones, este pequeño gesto puede cambiar la vida de las personas con bulimia. 

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