Aprobada una Proposición no de Ley para restringir las páginas que promueven la anorexia y la bulimia

Cada vez son más los adolescentes que acceden, fundamentalmente a través del móvil, a contenidos que, en la mayoría de los casos, no están controlados o regulados por sus padres. Y ello es aún más preocupante en el caso los más jóvenes, muy sensibilizados con la aceptación social y la popularidad entre sus compañeros.

Los estrictos e irreales cánones de belleza que rodean muchos sitios webs generan sentimientos de frustración por parte de las jóvenes, que desean emular la apariencia física de muchas famosas, a las que consideran ídolos. De ahí que busquen en la red sitios para poder conseguir su objetivo, páginas donde no impera la ética y que escapaban a cualquier control normativo.

Uno de los contenidos que están suscitando más polémica últimamente es el presente en aquellas páginas webs que promueven trastornos alimentarios tan peligrosos como la anorexia y la bulimia, trastornos que están afectando de manera importante a las adolescentes.

Los datos son alarmantes. El 75% de los usuarios que acceden a estas páginas webs son adolescentes. De hecho, más del 5% de los adolescentes mayores de 12 años sufren algún tipo de problema alimentario.

Habida cuenta de la importancia que está adquiriendo el problema, y del hecho de que muchas webs promueven estas conductas, el pasado mes de octubre se aprobó por unanimidad, por parte de la Comisión de Justicia, y a instancias del Grupo Parlamentario Popular, que presentó la propuesta en marzo, una Proposición no de Ley que trata de combatir la difusión de sitios webs que fomentan trastornos de la conducta alimentaria entre los jóvenes.

Concretamente, en la propuesta se llama la atención sobre el elevado índice de jóvenes que sufren anorexia o bulimia y su relación con estos sitios webs, donde «se hace apología de estas enfermedades y se defienden como un estilo de vida». Asimismo, en ella se insta al Gobierno a que profundice en la protección de los menores en internet frente a aquellas páginas webs que promuevan el seguimiento de conductas alimentarias peligrosas, que puede causar graves riesgos para la salud de los adolescentes.

Desde el Congreso se aboga por desarrollar todos los mecanismos necesarios para controlar y eliminar estos contenidos, proponiendo también la necesaria participación de las grandes plataformas de alojamiento web, así como de las redes sociales. Y es que este medio de comunicación 3.0 se ha convertido en el punto de encuentro de multitud de jóvenes para compartir experiencias e ideas sobre estas cuestiones.

Por supuesto, el trabajo conjunto de psicólogos, médicos y educadores, así como el control de los progenitores, debe complementar las propuestas que desde el Ejecutivo se están llevando a cabo para eliminar estos contenidos tan perjudiciales.

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