Siempre he sido una persona fría y aislada que no le gusta hacer vínculos afectivos con los demás, tengo amigos y los aprecio pero no siento necesitarlos para vivir, no me gusta que la gente se comporte cariñosa conmigo ni yo hacerlo con ésta.
Situación que me preocupa porque ya me visualicé en una vida solitaria, no dejo que gente del sexo opuesto me conozca ni casi nadie ya que no me interesa crear un lazo amistoso. Siento un gran vacío en el pecho y de alguna forma duele, con mi familia tampoco soy cariñosa ni ellos conmigo, cabe mencionar que nunca tuve amor paternal en mi infancia. Tengo 18 años.
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17 ABR 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 14 personas
Guardia, en muchas ocasiones aquello que aparentemente rechazamos es precisamente lo que más necesitamos, pero como hay experiencia su carencia o de haberlo perdido, no nos prestamos a correr el riesgo de abrirnos por si lo perdemos de nuevo y nos hiere.
Te recomiendo que leas el libro-metáfora "El caballero de la armadura oxidada" que te puede orientar en estos aspectos. Si nos protegemos en exceso evitamos el daño, pero también impedimos el paso a otras muchas cosas beneficiosas y convenientes.
19 ABR 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 8 personas
Hola Guardia, la forma que tenemos de relacionarnos con los demás es la misma con la que nuestros padres o figuras de apego, se han relacionado con nosotros. Sientes ese vacío porque realmente tienes esa carencia de afecto. Lo ideal sería que pudieras desarrollar otra forma de vincularte con los demás y aprendieras a regular tus emociones para sentir mayor bienestar. Si necesitas más información puedes consultarme. Un saludo
17 ABR 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 7 personas
Hola Guardia. Somos el producto de lo que hemos aprendido, lo primero es aceptarnos y no pelearnos con nosotros mismos. Una vez tomamos conciencia, podemos decidir si queremos seguir así a lo largo de nuestra vida o preferimos probar algo nuevo aunque exista un riesgo. En amar, abrirse a los demás, existe el riesgo del rechazo. En el aislamiento existe la soledad. Tu eliges tu camino, poco a poco, pasito a pasito hacia donde prefieres explorar. Te animo a que te reinventes con prudencia y con mucho autorespeto. Un abrazo.