Buenas tardes, me estoy planteando ir al psicólogo otra vez, ya que mi primera experiencia no fue buena.
Me gustaría una opinión sincera, saber si tiene solución (que espero que sí), y que clase de problema tengo (orientativamente)
Estoy estupendamente genial de todo, trabajo, pareja, casa, todo.
Lo único que me está matando y no le encuentro explicación, es que cuando hablo, el hecho de hablar (responder a alguien, mandar un audio, hacer una llamada) me genera ansiedad, me genera angustia.
A veces con algunas personas no me da ansiedad porque estoy relajada, pero es abrir la boca y angustia, hasta a veces noto que me tiembla la voz (solo un poco).
Esto es muy incomodo, ya que la angustia por tener que hablar me entristece y es osi me hace sentirme mal.
Y en realidad no es por tener que hablar, porque yo ganas tengo! Pero es prounciar palabra y chao.
Y la verdad lo llevo aguantando mucho tiempo a ver si pasa pero no hay manera.
A veces tambien me pasa que como hablo, me angustio o me crea incomodidad, hasta me olvido que quiero decir, es un poco raro.
Gracias.
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17 ABR 2018
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Estimada Camila
La angustia, siempre es angustia de otra cosa que está oculta. De todas formas, no parece que sea casual que se exprese en tu caso cuando decides hablar. Es como si tuvieses que decir una verdad incontestable de la que no quieres enterarte, entonces ante el peligro de que puedas decirlo, cada vez que abres la boca, te angustias.
Te invito a que trabajemos juntos, para desentrañar esa verdad y así liberarte de esa angustia cada vez que intentes hablar.
12 ABR 2018
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Hola Camila,
Siento que te sientas así. Debe de ser muy incómodo vivir esa experiencia.
Podría ser por lo que dices fobia social y/o mutismo selectivo. A mí, personalmente, no me gusta poner etiquetas a lo que le pasa a la gente porque parece que, de este modo, su situación es inamovible, cuando no es así, esto puede cambiar.
Independientemente del diagnóstico, que, si lo quisieras, mi consejo es que acudas a un psiquiatra y le pidas una evaluación completa con diagnóstico. Tendrías que trabajar sobre todo los síntomas que son los responsables de tu malestar y los que tienes que cambiar.
Parece que, por algún motivo, has aprendido a dar demasiada importancia a la opinión de los demás y sobre todo tu preocupación está relacionada con “miedo a hablar” y esto hace que hables menos de lo deseas o cuando lo hagas cometas errores. Imagino que este comportamiento de hablar poco o que te tiemble la voz al intentarlo esconde pensamientos anticipatorios del tipo “me voy a expresarme mal y van a pensar que soy tonta” “No van a entender lo que quiero decir y pensaran que soy torpe” “Creerán que no sé hablar y que, por lo tanto, no soy válida para otras cosas”, etc., Que son los auténticos responsables de tu malestar. Son los que provocan la ansiedad.
Por lo tanto, reestructurar estas preocupaciones aprendiendo a pensar de otro modo más saludable, con pensamientos cada vez menos anticipatorios y catastrofistas puede ayudar a que la ansiedad disminuya. Junto con técnicas de exposición gradual donde la experiencia te demuestre que lo que te preocupa no tiene por qué suceder, qué la gente no percibe con tanta facilidad tu ansiedad o que si la percibe no es tan malvada a la hora de juzgarte, puede demostrarte que son preocupaciones equivocadas y disminuir la ansiedad.
Entiendo que si has pasado por una mala experiencia con un psicólogo te cueste repetir. Pero me gustaría que pensaras en otra profesión, por ejemplo, en un electricista. Si un electricista va a tu casa para solucionar un problema con el cableado y hace una chapuza no se te ocurriría pensar “ya me quedo con la chapuza los electricistas no sirven para nada”. En psicología, como en todas las profesiones, hay de todo y algunos psicólogos son muy resolutivos y otros menos, e incluso puede que no se trate de buenos o malos psicólogos sino de la conexión entre la persona que acude y el profesional, pues no conectamos y no nos sentimos igual de cómodos con las mismas personas. En este caso sucede lo mismo.
Si te animas a hacer terapia y deseas hacerlo conmigo estaré encantada de atenderte.