14 SEP 2015
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Querida Telva, buenas tardes.
16 años es una edad compleja, como ya sabes. Este chico que te preocupa es en realidad un hombre (él se siente así), lo cual quiere decir que posee casi plenas capacidades para pensar, hacer y sentir. Sin embargo, los adultos y la sociedad no le dejamos, porque sabemos que aún le queda recorrido para poder desempeñarse con eficacia en la vida. Ten todo esto en cuenta cuando estés con él. Respeta, comprende y acepta sus cosas, en la máxima medida que sea factible hacerlo; no le reproches ni cuestiones mas que cuando veas algo en lo que realmente mete la pata.
Claro está, para llegar a eso has de tener con él una relación de confianza. Empieza por estar con él cuanto más tiempo puedas. Haz, como te dicen, cosas que le gusten a él, y proponle otras que sean de tu agrado y creas que a él le van a molar. Cuando tengas ganada esta confianza, puedes empezar a cuestionarle.
Creo que, como también te han dicho, un asesor especializado puede ayudarte al propósito que persigues. A ti, a sus padres, a quien sea que lo necesite, quizá en unas cuantas sesiones de orientación y sin necesidad de que él esté. Creo que si buscas ayuda profesional, porque el caso te preocupa mucho o te interesa o por lo que sea, te ayudarán mejor que desde una web (que por muy buena que sea -ésta, en la que estamos, no está mal- no deja de ser una web); otra cosa es que el caso no te importe tanto como para acudir a un especialista, en cuyo caso, creo que lo mejor es que te relaciones con este chaval desde la mayor normalidad, siendo como tú seas. Que estés ahí para él, que le escuches, que le aceptes... que pueda vivir "su vida" sabiendo que tiene personas de referencia. Esto, tenlo en cuenta, llevará años, pero es así.
Casi todo lo que te estoy diciendo lo escribe bien Carl R. Rogers: dice Rogers que la ayuda al prójimo se basa en la aceptación incondicional y en la mirada positiva (reforzar sus aciertos, hacerle ver su valor, sus habilidades, etc.) Puedes leer (creo que te gustará) "El proceso de convertirse en persona", de este autor. Obviamente, él era psicólogo y entiendo que tú no; quiero decir, debes extremar el cuidado, no vaya a ser que, en tu deseo de ayudar, apliques esos principios de manera inadecuada o te veas desempeñando papeles que no te corresponden.
También creo que te pueden dar pistas (entiendo que eres una persona con cierta inquietud psicológica) los libros de Eric Berne "Juegos en que participamos" y "¿Qué dice usted después de decir hola?" (igual hasta le molan a él).
Por otra parte, no dejes de leer "No te metas en mi vida, pero antes ¿me llevas el burguer?", de Anthony E. Wolf. El problema de este libro (de los otros no) es que es difícil de encontrar, pero si lo pones en google, así, con las comillas, te aparecerá espero, alguna opción para adquirirlo; no es caro. Es un libro magnífico que te ayudará a comprender a tu familiar. Obviamente, hay otros libros de este tipo, en mi opinión peores (por ejemplo, "SOS. Tengo un hijo adolescente"), pero bueno, quizá más fáciles de encontrar. Pero intenta el que te digo, te encantará. (Si quieres escribirme, mis datos están en esta web y te envío una fotocopia...).
En cuanto a tu temor con la sociopatía, tranquilízate. Si es así, no puedes hacer nada que añadir a lo ya dicho. Veo que tienes cierto temor y a la par cercanía a los diagnósticos psicológicos, que por desgracia los psicólogos comunicamos a los pacientes a veces sin necesidad o sin pertinencia... Tranquilízate y piensa que, si vas al médico y te dice que tienes el colesterol alto, no te da por entristecerte y morir inmediatamente de un infarto, sino por tratar de bajar el colesterol; y que todo eso te pasa en contacto con un profesional. Si vas a un profesional, trabaja junto a él y apóyate en él, ya verás como su primera segunda y tercera opciones no son pensar si este chico es un sociópata. Y si no vas a un profesional, no te preocupes por las terminologías profesionales y de las que, para más desgracia, en tanta película se abusa a fin de entretenernos a todos y todas; simplemente, sé tú misma y deja al chico que sea él mismo (cosa que, deduzco, no ha tenido fácil).
No te doy más el rollo, Telva. Espero haber servido y ánimo, hasta donde veas que puedes, debes y quieres llegar. Un abrazo pa´ti y otro para él.
Ricardo Lamelas Frías