¿Cómo aprender a relativizar nuestros problemas? 9 Claves para conseguirlo

Una clave para poder disfrutar de un mayor bienestar es aprender a relativizar nuestros problemas. De hecho, suele ser muy común acabar ofuscado debido a que nos hemos encontrado con una situación negativa en nuestro día. Por este motivo, es importante aprender esta habilidad.

¿Por qué es importante relativizar los problemas?

Si cada vez que ocurre algo negativo, sobre todo cuando es una nimiedad, nos dejamos llevar por las emociones, es completamente normal que una mala situación acabe fastidiándonos todo un día. En muchas ocasiones, la mayoría de las personas pueden acabar sufriendo por lo siguiente:

• Una mala opinión o palabra por parte de otra persona: en lugar de darle tanta importancia a lo que opinan los demás de nosotros, deberíamos darle más peso a lo que pensamos nosotros.
• Problemas o contratiempos: es importante aprender a dejar atrás aquellas cosas que no nos aportan nada o ningún valor a nuestras vidas. Es decir, debemos distanciarnos de cualquier daño que podamos sufrir por parte de los otros o de las circunstancias de nuestro alrededor.
• Predicciones o preocupaciones: en muchos casos, las personas pasan mucho tiempo gastando energía pensando en lo que puede pasar en lugar de poner atención a lo que sucede aquí y ahora.

Por estos motivos, es importante que las personas aprendan a relativizar las cosas y sobre todo intenten concentrarse en lo que realmente importa.

¿Cómo podemos aprender a relativizar nuestros problemas?

En nuestro día a día solemos enfrentarnos a diferentes desafíos que ponen a prueba nuestra inteligencia emocional. Por ello, si deseas empezar a aprender a relativizar las cosas, te recomendamos que tengas en cuenta lo siguiente:

1. Aprender a tolerar aquello que no podemos controlar: Tanto las confusiones, como los engaños y los pequeños problemas son parte de la vida y sobre todo es algo que no podemos controlar. Por lo tanto, la mejor actitud que puedes tener ante esto es precisamente aprender a aceptarlo.
2. Vive en el presente: Son muchas las personas que acaban viviendo más en sus pensamientos que en la realidad. De hecho, solemos evadirnos de lo que está sucediendo en el aquí y el ahora. Una manera de aprender a relativizar los problemas es precisamente intentar enfocar nuestra atención en el presente en lugar de darle mucha importancia a los pensamientos relacionados con el pasado o con el futuro.
3. Acepta como es tu vida ahora: No necesitas llegar a la meta para disfrutar de lo que tienes en el presente. Esta es una lección que debes recordarte todos los días y que además te ayudará a relativizar tus problemas. Saber apreciar los pequeños instantes y gozar del camino, es la mejor manera de poder conseguir aquello que tanto deseas.               
4. Tómate tu tiempo: No intentes relativizar de un día por otro. Ser tan exigente solo hará que te sientas peor y que te sumerjas más en la negatividad. Es importante ir poco a poco para que esta habilidad acabe formando parte de tu forma de ser.
5. Practica la gratitud: Es mucho más fácil fijarse en los problemas que en todo aquello que hemos conseguido. De este modo, una manera de relativizar es precisamente intentar agradecer aquello que tenemos en nuestro día a día. Es decir, cambia de perspectiva y aprender a estar alegre de todo lo que tienes y lo que has conseguido. Practicar la gratitud de manera regular ampliará la posibilidad de que puedas afrontar mejor todos tus problemas.
6. No menosprecies tus sentimientos: Negar las emociones negativas no es una buena estrategia. Aunque estés frente a sentimientos aterradores o confusos, intenta aceptarlos y aprender de ellos.
7. Acepta el éxito y el fracaso como parte de la vida: Muchas personas evitan los fracasos a toda costa. Esto hace que acaben no saliendo de su zona de confort y, por lo tanto, no consiguen aquello que realmente están deseando. Relativizar también implica no darle tanta importancia a los resultados, sino darle más peso a tus acciones.
8. Cuida tus relaciones: En muchos casos, solemos dejarnos afectar por las preocupaciones o los problemas que surgen en nuestras relaciones. A veces, la clave para relativizar es precisamente afrontando estos problemas en el momento que surgen. Sobre todo, aprendiendo a decir las cosas que sentimos y pensamos de manera asertiva.
9. Acude a terapia: La mejor manera de relativizar nuestros problemas es acudiendo a un profesional de la salud mental. Este especialista nos ayudará a detectar porque tendemos hacia esta actitud y a mejorar la manera de afrontar los desafíos del día a día.

Como vemos, con esfuerzo y trabajo todos podemos aprender a relativizar nuestros problemas. De hecho, saber usar esta habilidad nos permitirá disfrutar de una mejor salud mental.

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