Celos infantiles: ¿Cómo evitarlos y gestionarlos?
¿Crees que tus niños sufren de celos infantiles o celos entre hermanos? Encuentra cómo pueden afectar los celos infantiles y cuáles son las causas de este tipo de actitudes.
Los celos, sobre todo los celos infantiles, son un sentimiento muy habitual en las relaciones humanas y más generalmente en las relaciones de intimidad. De hecho es difícil combatir los celos ya que es uno de los sentimientos más dolorosos y puede generar mucha agresividad. Todas las personas tenemos celos en determinadas situaciones.
No funcionan como una gripe, por ejemplo, que se tiene o no se tiene, sino que aparecen y desaparecen o bien se transforman y causan menos malestar cuando sabemos gestionarlos. Los celos se manifiestan ante la percepción de amenaza de perder a alguien querido por la presencia de otro que puede ser más interesante o bien ante el peligro de no ser atendidos o correspondidos como necesitaríamos o al menos como desearíamos.
¿Qué son los celos infantiles?
Los celos infantiles pueden aparecer tras el primer año y medio de vida y prolongarse inclusive durante los 7 años de edad, suele ser más habitual en los niños que en las niñas. Esta conducta afecta al 50% de la población infantil.
Los celos en los niños constituyen una respuesta normal ante el miedo o la pérdida de amor. La aparición de los celos también es debida a la personalidad del niño ya que hay niños con más tendencia a estos sentimientos. Lo importante para saber cómo tratar los celos infantiles, es distinguir entre lo que son celos normales a los llamados celos patológicos, si estos se vuelven crónicos pueden afectar al desarrollo de la personalidad del niño, apareciendo síntomas como la agresividad, la inseguridad y desajuste en las relaciones interpersonales.
Síntomas de los celos infantiles o celos entre hermanos
Es importante distinguir entre tres conceptos que pueden parecer parecidos, pero que en realidad poseen características que los distinguen cuando intentamos detectar los celos en los niños.
1. Rivalidad
El sentimiento de "rivalidad", no aparece de forma constante en el tiempo si no que es un comportamiento que dependiendo de las etapas del niño varia. Estos acostumbran a aparecer cuando los hermanos pequeños tienen más atención que los más grandes.
2. Envidia
Por otro lado, el sentimiento de envidia y los celos en los niños dan lugar a confusiones, sin embargo, es importante diferenciar que la envidia es el deseo de tener lo que otros tienen, mientras los celos se caracterizan por el miedo a perder el cariño de otra persona. La envidia en los celos de hermanos o en los celos infantiles se presentan en situaciones dónde los padres o las otras personas son las protagonistas (y no cuándo son objetos a los que se les presta atención).
3. Desconfianza
La desconfianza del niño es una forma que este tiene de protegerse y de poner límites a los demás para que no le dañen, por tanto no es un sentimiento completamente negativo. Sí lo es cuando esa desconfianza se vuelve excesiva por los celos infantiles, es entonces cuando surgen los problemas emocionales, y han de regularse sin eliminarlos del todo ya que este sentimiento tiene la particularidad de ayudarnos a protegernos ante cualquier aspecto que nos genera inseguridad.
4. Inseguridad
Cuando los niños se muestran inseguros delante de la persona a la que tienen celos, esto puede ser una clara muestra de que existen estos sentimientos. La falta de confianza en estas situaciones es una clara referencia a que sienten celos de hermanos o celos infantiles.
Causas de los celos infantiles o los celos entre hermanos
Aunque los celos entre hermanos pequeños y mayores son muy comunes, existen algunas actitudes por parte de los padres que fomentan este tipos de actitudes en sus hijos.
1. Exceso de cariño
El cariño hacia nuestros hijos es más que necesario, pero a veces el exceso acaba siendo perjudicial para que estos desarrollen su propia autoestima. Esto sucede por qué mostrar demasiado efecto a los niños hace (según su personalidad) que estos se sientan superiores a los demás. Esto hace que si se encuentra con alguien al que presentan mayor atención se sienta celoso o inseguro.
2. Hacer comparaciones
Aunque muchas veces los padres tienen la costumbre de comparar a los niños, la realidad que esta actitud es muy perjudicial para su autoestima. De esta forma, establecer una comparación puede hacer que se incremente el sentimiento de rivalidad entre dos niños haciendo que los celos infantiles puedan surgir en cualquier instante.
3. Proteger demasiado a nuestros niños
Existen padres que se preocupan demasiado por sus hijos. La preocupación es un sentimiento normal en los padres, pero cuando surge en exceso podemos afectar a la seguridad de nuestros hijos.
4. Competencias innecesarias
Cuando los padres se muestran competitivos en exceso, los niños pueden llegar a copiar estas actitudes y extrapolarlas en su demás relaciones. Es por ello que pueden surgir los celos de hermanos o los celos infantiles en diferentes situaciones.
5. Controlar demasiado
Ser demasiado estrictos con nuestros hijos también puede derivar en una situación dónde aparezca la envidia entre hermanos o entre niños.
6. Demasiada atención al hermano
Cuando nacen los hermanos pequeños, a veces los padres se olvidan del otro miembro de la familia. Es por este motivo, que cuando los padres cambian su atención de un niño y se focalizan demasiado en este, acaban surgiendo los celos de hermanos.
¿Por qué existen los celos entre hermanos o los celos infantiles?
Los celos tienen la función de asegurarnos autoprotección, es decir, asegurarnos todo aquello que necesitamos para vivir y sobrevivir. Los niños tienen la necesidad de defender su derecho a ser prioritarios para sus progenitores, que son quienes aseguran su cuidado. Por este motivo, cuando nace otro hijo, el mayor reclama tener la misma atención que tenía antes del nacimiento. Los celos de hermanos surgen porque el niño se protege ya que ve que ahora tendrá que compartir la atención de los padres y esto, a veces, genera mucha inseguridad y desprotección. A lo largo de la vida los celos pueden aparecer en situaciones o épocas de cambio. Muchas veces el nacimiento de un hermanito es el primer cambio importante que experimenta un niño.
A parte de las situaciones en sí, que hay de más de favorecedoras a poder generar celos, hay otros factores que pueden potenciarlos: las características del niño o niña, el momento evolutivo, las características de los padres y el ambiente familiar.
¿Cómo tratar los celos infantiles o celos entre hermanos?
Podemos aprender estrategias adecuadas para gestionar o evitar los celos de nuestros hijos. A veces, curiosamente, aquello que hacemos para evitarlos resulta que todavía puede reforzar aún más una conducta celosa. Hay que ser precavidos porque con la mejor intención, en ocasiones generamos mayor malestar. Cierto es que a pesar que hagamos cosas para evitarlos los niños seguirán manifestando celos. Es en este momento cuando debemos poner en marcha estrategias para gestionarlos y acompañar a los hijos para que ellos también aprendan. Para saber cómo combatir los celos infantiles existen algunas reglas que puedes seguir.
1. Escucha a tu hijo
Solucionar el comportamiento de un niño celoso es más difícil de lo que a primera vista parece. La razón es por qué los celos no son superficiales sino que estos esconden un problema de raíz. Por este motivo es esencial escuchar a los niños para lograr entrever sus auténticas preocupaciones.
2. Canaliza sus emociones negativas en positivas
Para ayudar a tu hijo a cambiar de actitud, una forma de saber cómo tratar los celos entre hermanos o entre niños es enfocando sus pensamientos negativos en positivos. De esta forma, si el hermano o el otro niño sacan mejores notas, puedes alentar al pequeño a obtener mejores calificaciones a la próxima.
3. No lo regañes cuando muestre celos
Cuando los niños muestren una actitud negativa a causa de los celos infantiles, lo mejor es tratarlos con cariño y reconducir su actitud.
4. Enséñale a compartir
Una de las formas de hacerle comprender a nuestros hijos que deben evitar los celos es haciéndoles comprender la importancia de compartir.
5. No los compares
Las comparaciones entre hermanos o entre niños no tienen un buen efecto en su autoestima. Por este motivo es más que perjudicial establecer marcar las diferencias que existen. Lo ideal sería remarcar en qué es bueno cada uno de los niños.
6. Inculca un pensamiento positivo
La mejor forma para saber cómo combatir los celos es a través de las actitudes y los buenos pensamientos. De esta forma las mejores actividades para trabajar los celos de hermanos o entre niños son fomentando las actitudes positivas.
Es importante tener en cuenta que a veces se pueden confundir los celos infantiles con otros problemas que pueden estar afectando al niño. Hay que ser prudentes a la hora de interpretar sus sentimientos. No siempre son celos. A pesar que son sentimientos habituales, hay que tomarlos seriamente y no dejar a los hijos solos con este sentimiento.
Una mala gestión puede facilitar que se desarrolle y se instale una personalidad celotípica. En el caso que haya una buena gestión y, a pesar de ello, observamos que la intensidad de los celos no disminuye, se prolonga en el tiempo y va generando cada vez más malestar personal y familiar, hay que pedir ayuda profesional para poder valorar si se trata de celos patológicos.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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