Falta de aseo de mis suegros y desinterés de mi marido
Mis suegros son muy descuidados en el aseo y el aliño. Son buena gente y, especialmente mi suegro, es un gran lector y buen escritor. Pero ambos se asean muy poco, hasta el punto de que despiden un fuerte olor corporal. Visten muy desaliñados, con prendas inadecuadas, sucias y remendadas. La limpieza de su casa y de los enseres también deja mucho que desear (se dan por bañados en ríos o charcas, mi suegra reutiliza varios días el agua de la fregona, por ejemplo). Cuando los conocí, quizás por enamoramiento hacia mi marido, pensé que podría sutilmente mejorar su higiene. Pero, al contrario, su falta de aseo se va acentuando y mi marido, que antes era más aseado, está empezando a asearse menos, especialmente cuando pasamos días con ellos. Si menciono algo sobre la importancia del aseo y la buena presencia, mi marido responde que es más importante cultivarse leyendo libros (entre el trabajo y la casa, apenas me queda tiempo para hacerlo). Siento que, por este y otros motivos (en particular su falta de compromiso para tener hijos) me equivoqué eligiendo esta vida con ellos. Pero, al mismo tiempo, estoy paralizada frente a cualquier cambio, porque no puedo evitar centrarme en los años perdidos (más de diez y mi última juventud en ellos) en lugar de afrontar un futuro incierto.