¿Cómo el materialismo afecta a nuestra felicidad y bienestar psicológico?

Medimos nuestro concepto de felicidad con los mismos criterios con los que valoramos la calidad de un televisor nuevo. Esta valoración del materialismo como filosofía de vida contribuye a una mayor frustración generalizada en nuestra población, según diferentes estudios científicos.

¿Está relacionado el materialismo con la felicidad?

La asunción del materialismo como norma es una de las causas de lo que el sociólogo francés Gilles Lipovetsky llamó 'Sociedad de la decepción': subconscientemente, pensamos en la felicidad como algo que, sencillamente, se puede adquirir o conseguir a cambio de algo. Comprobar que eso no es cierto nos lleva a un constante sentimiento de frustración. Pero ese es solo uno de los aspectos en los que confundimos las reglas del mercantilismo material con las que miden nuestro bienestar personal.

Es frecuente hablar de la 'felicidad plena', completa. Esa concepción también está relacionada con el materialismo. Al contemplar esa posibilidad, estamos dándole a la felicidad, que es un concepto puramente etéreo, una característica física como la plenitud, que solo poseen los cuerpos. En otras palabras, esperamos que la felicidad llegue como un coche nuevo: entera e impoluta, sin ralladuras, con todos sus elementos de serie y también con varios opcionales.

La calidad de un electrodoméstico queda probada previamente con una garantía que nos asegura una reparación o un repuesto en caso de que el objeto falle. En nuestro día a día, muy a menudo también buscamos que el bienestar quede garantizado para siempre: queremos contratos de trabajo indefinidos, propiedades para asegurar nuestros patrimonios y seguros de vida para garantizar que podremos solucionar futuros problemas.

Otra práctica en la que caemos es, en cierto modo, similar a ponerle un precio a nuestro bienestar. Monetizamos nuestro esfuerzo: si una opción nos va a costar menos horas de dedicación que otra, nuestra mente la concibe, a priori, como la más placentera. Es similar a cuando vamos a comprar en periodo de rebajas: un producto en oferta nos suele atraer más que otro al precio habitual. De hecho, la contabilidad es una de las propiedades que más tendemos a trasladar del consumo material al espiritual. Vivimos obsesionados con analizar cantidades, o mejor dicho, con conseguir valores mesurables.

¿Estas comparaciones nos son útiles? Al contrario, nos llevan a equívoco y nos dañan. Intentar traspasar la lógica de lo material a lo sentimental es uno de los errores que más frustración provoca en nuestra sociedad. Nos sentimos decepcionados porque no entendemos cuál es la causa de no estar adquiriendo ese nivel de bienestar que ansiamos, y lo que nos ocurre es un error de diagnóstico: el bienestar no tiene niveles, ni se adquiere ni es sano tratar de medirlo.

Un cambio social en esta forma materialista de hacer balance, según Lipovetsky, es inviable: según él, los problemas psicosociales siempre se han generado y han estado condicionados por el contexto en el que se vive. Mientras el consumismo material rija en nuestro día a día, la 'Sociedad de la decepción' seguirá siendo una realidad. Sin embargo, una solución individual no es tan utópica: basta con aceptar lo imprevisible y lo abstracto de nuestras sensaciones para dejar de lado ese malestar tan propio de nuestro tiempo, aunque sea personalmente.

¿Qué es el materialismo?

El materialismo rige la mayor parte de nuestras vidas. A pesar de que ser materialista no tiene por qué ser malo, la realidad es que ser una persona materialista en exceso puede afectar tanto al bienestar, como a tus relaciones y hasta en la calidad de vida.

De esta forma, el materialismo en la psicología se entiende como la cultura del consumidor, haciendo referencia a otorgar valor a la materia que nos rodea. Este pensamiento no es malo de por sí, sólo acaba siendo perjudicial cuando se tiende en exceso a valorar todo lo materialista. Tanto es así que este puede acabar dañando nuestro bienestar individual.

¿Cómo nos afecta psicológicamente el materialismo?

Diversos estudios psicológicos muestran que aquellas personas que buscan la riqueza y basan su felicidad en el materialismo tienden a estar menos satisfechos y experimentan menos emociones positivas cada día. Tanto es así que también existen investigaciones que han encontrado que la satisfacción en la vida se correlaciona con ser menos materialista.

1. Fomenta la competitividad y la ambición

A pesar de que ser ambicioso y competitivo es un rasgo bueno si es de forma equilibrada, cuando esto se produce de forma pronunciada acaba perjudicando tu vida en diversos aspectos. El materialismo por su parte fomenta este tipo de interacciones sociales y es por ello que puede llegar a hacernos sentir frustrados por compararnos con nuestros competidores.

2. El dinero no compra la felicidad

Tener mucho dinero no te hace instantáneamente feliz. Tanto es así que diversas investigaciones han demostrado que no existe una correlación directa entre los ingresos y la felicidad de una persona. A pesar de estas investigaciones sí que es verdad que el esfuerzo continuo para lograr tus metas (y que estas pueden ir ligadas a una mayor cantidad de dinero) sí que produce más bienestar emocional.

3. Arruina las relaciones

Se ha demostrado en diversos estudios que las parejas donde el materialismo está más presente tienen una menor calidad en su relación. Tanto es así que los vínculos donde el materialismo entre ambos era menor las personas se sentían más conectadas con su pareja.

4. Personalidad narcisista

Cuando se le da demasiada importancia al materialismo en una cultura, las personas tiendes a desarrollar una personalidad narcisista. El deseo de encontrar la validación de los demás aumenta, haciendo que se dé más importancia a la superficialidad de una persona (tanto física como personalmente).

El materialismo hace que se alimente tanto la inseguridad como la baja autoestima de las personas al compararse con otros que tienen más. De esta forma, si existe un exceso de materialismo en las personas estas pueden acabar padeciendo un trastorno mental como la depresión, la ansiedad, entre otras afecciones. Si crees que puedes tener uno de estos problemas debidos al materialismo es importante contar con la ayuda de un profesional de la psicología.

Como hemos mencionado el materialismo es una corriente a la que todos estamos sometidos. A pesar de que en equilibrio no es mala, es necesario saber valorar las cosas no materiales que nos rodean para ser felices.

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.