Ansiedad patológica: ¿Cuándo es una enfermedad?
¿Crees que tu ansiedad no es normal? ¿Sabes qué significa tener ansiedad patológica? Descubre el por qué y cuando se convierte la ansiedad en una enfermedad problemática para tu salud.
Seguramente, habrás sentido ansiedad en algún momento de tu vida. Sin embargo, debemos tener en cuenta que existen varios niveles de ansiedad y cada uno debe tratarse de una forma u otra. La ansiedad es una emoción que tenemos todas las personas, cuya principal función es preparar y dotar al organismo de los recursos necesarios, para salir airoso de una situación percibida como peligrosa.
¿Qué es la ansiedad patológica?
Cuando la ansiedad es patológica significa que es muy exagerada y desproporcionada con respecto a las posibles causas. De esta forma, cuando reaccionamos de una manera muy desproporcionada delante del fenómeno que produce la ansiedad, puede significar que estamos delante de un episodio de ansiedad ya patológica. Tanto es así que afecta tanto física como mentalmente a la persona que lo parece, haciendo que tanto las preocupaciones como las respuestas fisiológicas de la ansiedad se presenten frecuentemente.
Diferencia entre ansiedad normal y patológica
La ansiedad es algo absolutamente normal, ni es mala ni perjudicial. La ansiedad es negativa o produce trastornos psicológicos cuando tiene una intensidad desproporcionada (ataques de ansiedad o pánico), se dispara ante situaciones que no son amenazantes (trastorno por estrés postraumático y fobias), se produce con demasiada frecuencia o dura mucho tiempo (trastorno de ansiedad generalizada). De esta forma, podemos encontrar en la ansiedad tiene tres componentes:
- El componente cognitivo: Es lo que pensamos de una situación, si es peligrosa o no. Si la situación es subjetivamente peligrosa se desencadenaran los otros dos componentes, si no es peligrosa no generara ansiedad.
- El componente conductual: Es lo que hacemos en una situación de peligro. Podemos luchar física y/o mentalmente, o bien huir de la situación de peligro. En el caso que no podamos luchar o huir, nos quedaremos paralizados con la mente en blanco sin poder movernos ni articular una palabra, para pasar lo más desapercibidos posible.
- El componente fisiológico: Son las acciones o recursos que ponemos en marcha en nuestro cuerpo para llevar a cabo el componente conductual. Estas acciones pueden ser sudoración, aumento en la percepción sensorial, taquicardias, respiración superficial, mayores concentraciones de anticuerpos en la sangre, mayor ritmo de trabajo de los riñones, aumento del umbral del dolor, aumento de la sangre en los músculos, detención de la función digestiva… Estas acciones son completamente automáticas e involuntarias, adecuadas a la percepción de peligro y sin capacidad de control directo por nosotros.
Cuando estos tres componentes se activan de manera simultánea y de forma recurrente, podemos hablar de que estamos delante de un caso de ansiedad patológica. En estos casos es de vital importancia acudir a un profesional de la psicología.
¿Cuándo se vuelve patológica?
Todos hemos sentido incertidumbre alguna vez o que alguna sensación escapaba de nuestras manos, provocando ansiedad. Pero cuando esta sensación va a más y no se trata de algo puntual debemos ir con cuidado. Existen 5 aspectos que tener en cuenta para darnos cuenta de que no estamos teniendo una ansiedad normal o sana y se trata de algo patológico.
- Pensamientos disfuncionales: Aparecen en situaciones donde pensamos que estamos en peligro de forma repentina. Como por ejemplo, un perro nos empieza a ladrar y automáticamente nos asustamos pensando que nos morderá.
- Deterioro: Nuestra ansiedad se vuelve tan presente en nuestras vidas que nos impide llevar una vida normal en el trabajo, amigos, familia o actividades que estábamos acostumbrados a hacer habitualmente.
- Persistencia de peligro y amenaza: Cuando una persona padece ansiedad de forma recurrente se encuentra atento a cualquier tipo de peligro y muchas veces ve amenazas donde realmente no existen.
- Falsas alarmas: Pensar de forma negativa ante cualquier situación nos genera emociones alarmantes para nosotros.
- Hipersensibilidad: Cuando estamos acostumbrados a sentirnos en peligro constante nos volvemos más sensibles a todo aquello que nos rodea.
Si sentimos estas cinco características quiere decir que estamos sintiendo ansiedad patológica y que necesitamos ser conscientes de lo que nos ocurre, reflexionar al respeto y ponerle una solución con la ayuda de un psicólogo que nos ayude a gestionarlo.
¿Existe un tratamiento para la ansiedad patológica?
Cuando la ansiedad es patológica existen diferentes formas de tratarla para poder acabar con esta sensación. Existen muchas causas diferentes y tipos de trastornos de ansiedad en los que puede derivar una ansiedad patológica. Por este motivo, antes de buscar una solución debemos saber cómo se producen estos ataques de ansiedad y las causas de la ansiedad patológica.
Normalmente en la ansiedad patológica el tratamiento más frecuente es acudir a un especialista de la salud mental para poder esclarecer por qué y lo patológico de la enfermedad, esto se hará con diferentes opciones de terapia como seria la terapia cognitivo conductual para tratarlo de forma más consciente o la hipnosis para borrar esos pensamientos inconscientes que no podemos controlar
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Yo padezco ansiedad estoi siemper casada espero que me ayudes gracias