Chantaje emocional: ¿Cómo detectar y afrontar a un chantajista?

A pesar de que pasa muy desapercibido, existen muchas personas que usan el chantaje emocional para conseguir cada uno de sus objetivos. Esta forma de manipulación emocional puede llegar a afectarnos en nuestra vida de tal forma que incluso acabemos padeciendo de un problema psicológico. Por este motivo, debes conocer en qué consiste el chantaje emocional y como el chantajista puede hacerte daño.

¿Qué es el chantaje emocional?

El chantaje emocional está siendo estudiado sistemáticamente por las consecuencias nefastas que tiene sobre la víctima. Éstas oscilan entre desajustes de tipo físico, dolencias y enfermedades crónicas, hasta desequilibrios importantes de tipo psíquico que pueden llegar hasta el suicidio.

Se desarrolla en tres fases: Seducción, el Dominio y la Destrucción. Siendo un proceso tan bien orquestado que la víctima ni siquiera se da cuenta de lo que ocurre hasta que es demasiado tarde. El comportamiento perverso del manipulador no proviene de un trastorno psiquiátrico, sino de una tendencia a considerar al otro como un simple objeto; la mayoría de ellos utilizan su encanto y sus capacidades para abrirse camino en la sociedad dejando tras de sí personas heridas y vidas devastadas.

Un manipulador emocional, es capaz de mostrarse como víctima en su entorno, hasta que finalmente da la cara. Se trata de depredación en toda regla pues su fin es apropiarse de la vida de otro, un asesinato psíquico que deja indefensa a su víctima y sin herramientas para defenderse. La víctima, seducida por su agresor, realmente no tiene conciencia de la existencia de esta violencia subterránea, e incluso duda "¿No seré yo quien inventa todo esto, como algunos sugieren?". Es una violencia que tiene lugar en el ámbito privado y que tiende a atacar la identidad del otro y a privarlo de toda individualidad.

La víctima lo es porque ha sido designada por el perverso, siendo inocente del crimen por el que va a pagar y a quien la gente contempla como cómplice de la agresión que recibe. En la fase de seducción, el manipulador se muestra encantador, comprensivo y generoso. En realidad está recogiendo datos sobre su víctima: sus puntos débiles, quizá traumas de la infancia, una educación basada en la sumisión.

Al final, el depredador sabe muy bien dónde golpear para conseguir lo que desea de su víctima, que suele ser una persona ingenua, vital, compasiva y con valores de los que el perverso carece. La fase de dominio se despliega después en toda su crudeza, pues la víctima, envuelta en la tela de araña que el depredador ha tejido para ella, ni siquiera puede ni sabe defenderse: es presa de sentimientos como el miedo o la culpa, asumiendo como merecido todo castigo que el perverso descargue sobre ella. Incluso debe hacer frente a la patologización que escucha: "estás loca, eres irresponsable, malvada, vengativa….." El dominio sume a las víctimas en la confusión: no se atreven a quejarse o no saben hacerlo. Es como si estuvieran anestesiadas, perciben dificultades para pensar, empobrecimiento psíquico y una amputación de su vitalidad y su espontaneidad.

¿Cómo funciona el chantaje emocional?

Existen diferentes etapas en el desarrollo de la manipulación emocional. Tanto es así que todas las técnicas de manipulación de un chantajista emocional pasan por las siguientes fases. De esta forma, Forward y Frazier pudieron identificar seis etapas por las que pasaba el chantaje emocional.

1. Demanda: En esta fase de la manipulación psicólogica el chantajista emocional le demanda a su víctima aquello que quiere que ella haga por él. Además estas peticiones pueden ir acompañadas de una amenaza que en la mayoría de ocasiones está ‘escondida’ detrás de buenas palabras.
2. Resistencia: En la mayoría de ocasiones las víctimas de la manipulación emocional se resisten a la demanda de estos chantajes. Esto es debido en normalmente los chantajes que intenta hacer la persona manipuladora acostumbran a no ser demasiado razonables.
3. Presión: Durante esta etapa de la manipulación el chantajista intenta presionar a la víctima para que realice la acción. Tanto es así que crea una inseguridad en la persona que recibe el chantaje emocional. Además acabará fomentando que la víctima acabe preguntándose si la resistencia inicial fue razonable.
4. Amenaza: En los casos que la víctima se ha resistido a realizar aquello por lo que se realiza este chantaje emocional, el chantajista acaba amenazando de una forma más rotunda. En muchos casos quizá son amenazas que sólo las dos personas entienden, haciendo que la manipulación emocional no pueda ser percibida para los demás.
5. Cumplimiento: La víctima acostumbra a ceder ante la amenaza de la manipulación y a causa del chantaje emocional que ha recibido. Tanto es así que accede y cumple con el propósito del manipulador emocional.
6. Repetición del proceso: Cuando un manipulador emocional encuentra a su víctima, muy posiblemente acabe recurriendo a ella cuando quiera que alguien realice una acción. Tanto es así que muchas veces escapar de un chantajista emocional parece hasta imposible para la víctima.

En los casos que el chantaje emocional se repite en una misma persona, esta puede llegar a perjudicarse en diversos aspectos de su vida. Tanto es así que en muchos casos la manipulación acaba requiriendo de la ayuda de un psicólogo por todas las secuelas que esta puede dejar.

Tipos de chantajistas emocionales

No sólo podemos encontrar un perfil de chantajista. Normalmente, existen diversas actitudes que estas personas acostumbran a presentar para realizar su chantaje emocional.

• Castigadores. Amenazas de represalias como quedarse con los niños o dejarte por otra persona.
• Autoagresivos. Amenazan con hacerse daño a sí mismos o incluso con suicidarse.
• Los mártires. Como si fueran una víctima en realidad amenazan con los daños que tu acción les puede crear. Estos son los chantajistas que más repercusiones emocionales pueden tener en tu salud mental.
• Seductores. Las personas que presentan este perfil de chantaje emocional te intentan vender que tu futuro será genial a su lado, que ellos son capaces de darte la felicidad, etc.

Síntomas de que estás sufriendo un chantaje emocional

Para identificar un caso de chantaje emocional existen algunos sentimientos o signos que la mayoría de las personas presentan en este tipo de situaciones.

1. Sientes miedo: En la mayoría de los casos, un manipulador emocional utilizará tus miedos para lograr realizar tu chantaje emocional. Tanto es así que en diversas ocasiones sentirás que al estar con esta persona te sientes indefenso a causa de los miedos que te hace sentir.
2. Le debes siempre algo: Una persona manipuladora usará cualquier momento para recordarte todo lo que ha hecho por ti. Tanto es así que seguramente te recordará todos los sacrificios que ha tenido que realizar por tu culpa. Además este tipo de chantaje es muy común en las madres manipuladoras o los padres o en una pareja narcisista.
3. Te sentirás culpable: Una de las técnicas de manipulación más comunes en el chantaje emocional es hacer sentir a la víctima culpable por tener sus propias decisiones. En muchos casos las personas que reciben esta manipulación emocional acaban sintiéndose muy culpables y hasta para compensarlo realizan mucho más de lo que el manipulador o manipuladora pedía en un principio.

Si en una relación te has sentido constantemente así, quizá estés delante de una persona tóxica que no te conviene. En muchos casos pasamos por alto estas actitudes ya que le tenemos aprecio al manipulador.

¿Cómo es un chantajista emocional?

El chantajista emocional sabe cuánto valoramos la relación que mantenemos con él. Nos conoce muy bien y sabe cuáles son nuestros puntos débiles. El chantajista emocional al saber que queremos su amor y su aprobación, nos amenazan con privarnos de una o de otra forma o incluso nos hace sentir que debemos ganarlos. En la mayoría de casos existen unos rasgos que te pueden delatar el perfil del chantajista emocional.

1. Buen orador: El chantajista tiene una gran habilidad para hacernos creer que lo que nosotros estamos diciendo no es norma, de forma que hace que nos cuestionemos nuestra propia percepción de lo que está ocurriendo en realidad.
2. Es cariñoso: Además, suele haber una gran diferencia entre lo que el chantajista está haciendo, y la forma cariñosa y llena de amor con que lleva a cabo esas acciones frente a nosotros. Por eso, a menudo, nos sentimos confusos, desorientados y resentidos, ya que en el fondo sentimos que existe algunas incoherencias pero no lo podemos asegurar con lo que pensamos que nosotros estamos equivocados.
3. Siempre tienen una estrategia: Las personas que recurren al chantaje emocional no son conscientes de lo que hacen y no realizan un plan para pensar cómo hacer para destruir a sus víctimas. Sino que son personas que utilizan ese comportamiento insconscientemente para obtener una sensación de seguridad y control. Están llenos de miedos e inseguridad. Pero cuando ellos hacen una señal y nosotros respondemos de inmediato, se sienten seguros y poderosos, aunque sólo sea en forma momentánea e imaginaria. El chantaje emocional es un mecanismo que para el chantajista se convierte en un arma de defensa contra el dolor y la inseguridad.
4. Tienen momentos muy buenos: El chantagista emocional nos hace sentir mal, culpables. Cuando convivimos con el chantajista, el chantaje emocional nos carcome a nuestro equilibrio emocional. El chantajista actúa, la mayor parte del tiempo con bondad y ternura y sólo ocasionalmente recurre al arma del chantaje. Por eso es que resulta muy difícil detectar la aparición de un esquema manipulatorio del chantajista emocional.
5. Son muy inteligentes y carismáticos: Los chantajistas emocionales son muy inteligentes y tienen elevadas habilidades. Cuando alguien nos está chantajeando, crea una distorsión. Es una estrategia del débil frente al fuerte. El que está chantajeando hace que te veas, que te sientas más pequeño.

Si detectas que alguien de tu entorno cumple con todos estos puntos, quizá estés delante de una persona que utiliza comúnmente el chantaje emocional.

¿Cómo frenar el chantaje emocional?

A pesar de que el mejor método para dejar de lado el chantaje emocional recibido por alguien es alejarte de ellos, también existen métodos psicológicos con los que podrás enfrentarte a sus técnicas de manipulación emocional.

• Cambia tu manera de pensar: Para enfrentarte a una persona así y saber cómo manipular a un manipulador lo esencial es cambiar tu perspectiva y manera de pensar. En muchos casos el manipulador te escoge como víctima por ser una persona con demasiados miedos e inseguridades. Por este motivo, quizá sea una señal para que acudas a un psicólogo para solucionar estos problemas con tu autoestima.
• Establece límites: Cuando escoges unas líneas rojas y las cumples, le haces ver al manipulador emocional de que no puede jugar contigo. A pesar de que puede dar miedo al principio la realidad es que para vencer un comportamiento tóxico debes empezar a marcar estos límites.
• Enfréntate al chantajista: Si durante el chantaje emocional estableces ciertos límites y el manipulador no cede, lo mejor es confrontarle. Por ejemplo, una buena forma de hacerlo será mostrando que no te está gustando su actitud.
• Coméntalo con tu círculo más cercano: Una buena forma de parar los pies a un manipulador emocional es comentándolo a una persona que sabes que no te fallará y que también lo conozca. Así no sólo podrás comprobar si realmente existe este chantaje emocional sino que además tendrás a un cómplice para frenarle los pies durante su chantaje.
• Pide ayuda psicológica: Si crees que el chantaje emocional te está comportando ciertos estragos en tu salud mental, es importante acudir a un psicólogo antes de que las repercusiones vayan a peor. Este profesional te ayudará a frenar los pies a cualquier chantajista.

En muchos casos el chantaje emocional puede perjudicar nuestra vida en diversos ámbitos. Tanto es así que un manipulador emocional acabará haciendo que adoptes una actitud sumisa cada vez que te relaciones con este. En estos momentos, es esencial que le frenes los pies ya el chantaje puede acabar perjudicando tu salud mental.

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